🎓 La vida por la que queremos ser recordados

Esta apelación concentra el mensaje que ha dejado el jefe del Área de Acción Social de Cáritas Diocesana de Barcelona, Eduard Sala, en su ‘charla interactiva’ con personal docente y no docente de la Universitat

Fecha: jueves, 01 de diciembre de 2016 a las 20:15h

La vida por la que queremos ser recordados

Conviene hacerse las preguntas adecuadas si se quiere dotar a la vida de una sustancia y evitar que la existencia sea idéntica a la inercia del “agua que se desliza por una pendiente”. Y la pregunta esencial que toda persona debe hacerse es “quién quiero ser yo y qué tipo de mundo quiero ayudar a construir”. Esta apelación concentra el mensaje que ha dejado el jefe del Área de Acción Social de Cáritas Diocesana de Barcelona, Eduard Sala, en su ‘charla interactiva’ con personal docente y no docente de la Universitat. 

Nos hemos de cuestionar si “merece la pena vivir la vida tal como la estamos viviendo”. Y para responder con hondura a esta cuestión considera que “el norte” que debe servir de guía es aquello por lo que nos gustaría ser recordados, un epitafio adelantado con el que contrastar si realmente vamos por el buen camino. 

Las reflexiones de Sala, entresacadas de un juego interactivo de introspección con los asistentes, contenían una interpelación al autoconocimiento y a la inspección sincera del interior de cada uno. Una tarea que frecuentemente se evita, “a veces tenemos con nosotros mismos una relación igual de superficial que con los demás”.

Según ha manifestado Sala, las personas tienden a proyectar fuera de sí mismos el foco de sus preocupaciones. “Hay personas que no paran de mirar lo de los otros y desatienden las esferas en las que realmente pueden influir”. Su recomendación es clara, el lugar en el que hay que “jugar” es aquél en el que podemos generar cambio. Aquello sobre lo que no tenemos influjo no debe ocuparnos. “Un problema es algo que tiene solución. Si no la tiene, se trata de algo con lo que tenemos que convivir”. 

El discurso de Sala llevaba inscrita una llamada a la responsabilidad de cada uno. No hay que escudarse en las circunstancias porque, a su juicio, la raíz del cambio está en uno mismo. “No podemos cambiar el qué pero el cómo es todo nuestro”.

La vida por la que queremos ser recordados