🎓 Propuesta de Paz y Tregua en el acto de inauguración

El anuncio de la próxima celebración de unas Jornadas de Paz y Tregua ha marcado la celebración del acto de apertura del curso académico de nuestra universidad. Ha sido el rector, Rafael Rodríguez-Ponga, el que ha explicado esta iniciativa, con la que la Universitat pretende brindar un punto de encuentro y de entendimiento dentro de la sociedad catalana.

Como ha expuesto el rector, el ejemplo del Abat Oliba y sus constituciones de Paz y Tregua sirven de inspiración para tomar la iniciativa y brindar a un lugar de reflexión abierto a todos. “Contribuyamos a evitar un futuro peor. Pensemos un futuro mejor”, ha observado.

Como ha dicho Rodríguez Ponga, “no se puede vivir de espaldas a la realidad del momento” ni es su deseo “dirigir una universidad en silencio”. La inspiración cristiana de nuestra universidad proporciona el espíritu adecuado para que este nuevo espacio de entendimiento sea fructífero. El punto de partida ha estado perfectamente delimitado por las palabras del rector: “tenemos que recuperar la serenidad y la capacidad de diálogo, de propuestas de futuro, de estudio y análisis intelectual, desde el reconocimiento de otros puntos de vista, con lealtad mutua, meramente humana”.

Ha presidido el acto el gran canciller y presidente de la ACdP y del CEU, Alfonso Bullón de Mendoza, que ha lamentado la creciente burocratización de la actividad de los docentes e investigadores universitarios. “Corremos el riesgo de que la universidad se convierta en algo aburrido”, ha advertido.

La consejería de Empresa y Conocimiento de la Generalitat de Cataluña estaba representada por la figura del secretario de Universidades e Investigación, Francesc Xavier Grau. En su intervención, ha hecho alusión al progreso de los trabajos del Pacto Nacional por el Conocimiento, cuyos trabajos concluirán a finales de año o principios del 2020. “Cataluña no se puede permitir no ser una sociedad del conocimiento porque no tiene mucho más que conocimiento”. Tal como ha argumentado, el Estado del Bienestar sólo se podrá sustentar en la creación de valor a través de “la introducción del conocimiento en aquello que producimos”.

Libertad de información y presunción de inocencia

La lección magistral, impartida por la vicedecana y profesora de Derecho Procesal, María Jesús Pesqueira, ha consistido en una reflexión sobre la relación en la Libertad de Información y la presunción de inocencia. Pesqueira ha advertido del daño que el “ruido mediático” está causando a la presunción de inocencia. En este sentido, ha aludido a la “vulneración sistemática del secreto de la instrucción” y a cómo los juicios mediáticos predisponen al público y marcan, ya desde el inicio del proceso, “la imagen que el investigado tendrá a lo largo del mismo”.

Tal es la distorsión que introduce dicha presión mediática que puede afectar a la función de los jueces y convertir la presunción de inocencia en un “mero valor programático. Frente a esta situación, Pesqueira propone diversas medidas como la prohibición de la difusión de contenidos informativos que afecten a la instrucción, mediante una interpretación teleológica del 301 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, la penalización de la filtración sumarial, la aplicación de un ‘compliance penal’ en los medios de comunicación y la posibilidad de reclamar responsabilidad patrimonial a la Administración por los perjuicios sufridos a causa de las filtraciones.   

Nuevos estudios de radio, televisión y fotografía

La ceremonia ha comenzado con la proyección de la memoria audiovisual del curso anterior. Previamente, se había realizado la bendición de los nuevos estudios de radio, televisión y fotografía, gracias los que los estudiantes de Comunicación podrán ejercitarse con la tecnología más actualizada. Ha oficiado el obispo auxiliar de Barcelona, Sergi Gordó. Éste ha resaltado la importancia de comunicar, y más en una universidad, como la nuestra, cuyo patrón es San Pablo. La idea de la propagación del mensaje ha estado presente también en la homilía como algo consustancial a nuestro carisma católico.