🎓 Premio a la vocación de ayudar con la enseñanza

“Siempre me ha gustado ayudar”. De esta tendencia arraigada desde la infancia nace la vocación por la enseñanza de Paula Velasco. “Con el tiempo, me di cuenta de que la mejor manera de ayudar a los demás era a través de la educación”. 

Fecha: jueves, 04 de noviembre de 2021 a las 13:00h

Premio a la vocación de ayudar con la enseñanza

“Siempre me ha gustado ayudar”. De esta tendencia arraigada desde la infancia nace la vocación por la enseñanza de Paula Velasco. “Con el tiempo, me di cuenta de que la mejor manera de ayudar a los demás era a través de la educación”. 

Paula, titulada de los grados de Educación de nuestra universidad, es una de las ganadoras de la primera edición del premio Cardenal Herrera Oria Jóvenes Maestros. Gracias a ello, durante este curso ejerce de maestra en el Colegio Abat Oliba Cardenal Spínola de Barcelona. 

En este colegio del grupo educativo CEU, se dedica a “dar soporte en el ciclo inicial a niños con dificultades”. Se trata de alumnos a los que se les ha diagnosticado algún trastorno del aprendizaje o, simplemente, que tienen problemas con las matemáticas o la lectura, explica. Una experiencia que confirma y espolea su vocación: “quiero dedicar toda mi vida a ayudar a los niños a aprender”. 

El cariño hacia los más pequeños es uno de los aspectos que considera vital en un maestro. “Si no te gustan los niños, no vas a poder educarlos”. Esta inclinación natural hacia la infancia hay que complementarla con “escucha activa y observación”. Esto significa trascender de las palabras. “Los niños, con una mirada, pueden comunicar aquello que no saben o no se atreven a decir”. 

El mismo afecto por los educandos hay que tenerlo por las materias y los conocimientos que se transmiten. Éste es el tercer pilar de la enseñanza, según Paula. “Hay que tener cariño por lo que se enseña”. 

Como maestra, también reclama complicidad con la sociedad y las familias. “Si los padres no dan continuidad a lo que hacemos en la escuela, no conseguiremos nada”. Del mismo modo, también tiene que haber sintonía con la sociedad. Reclama consideración a la tarea de los maestros en las primeras etapas educativas. “Que la sociedad no considere que sólo nos dedicamos a hacer collares de macarrones. Si los maestros de infantil o primaria no hacemos bien nuestro trabajo, eso se arrastra después a la secundaria y la universidad”. 
 

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