🎓 El principio de “adaptación” frente al trauma

Los estudiantes del grado en Psicología han celebrado una nueva edición de su jornada anual, que supone la culminación del debate y el trabajo de reflexión realizado por los alumnos en sesiones periódicas durante todo el curso. Para contrastar lo aprendido y las ideas aquilatadas en este tiempo, han mantenido una sesión con el psicólogo clínico Francisco Duque. 

Desde su experiencia en la Sección de Interconsulta del Hospital Gregorio Marañón, que comportaba el tratamiento del estrés traumático de víctimas de sucesos violentos, ha reflexionado sobre la naturaleza del trauma y las bases para una verdadera recuperación. 

Duque ha insistido en que la condición de víctima no puede formar parte de las “señas de identidad” de nadie. En este sentido, ha hablado de la importancia de la “no aceptación”, refiriéndose a que la persona que ha experimentado un trauma no debe resignarse a anclar su vida en el punto en el que este se produjo. 

Prefiere, por tanto, hablar de “adaptación”, que implica, desde la asimilación del trauma, desplegar las estrategias adaptativas adecuadas. “Cuanto antes te adaptes, antes recuperas la situación de control y, por lo tanto, la sensación de poder”, ha expuesto Duque. 

Resiliencia y emociones

El trauma también puede representar un acicate de crecimiento personal. “La mayor parte de los pacientes que he conocido tiene una vida más rica después del trauma”, ha expresado el ponente. Una afirmación que conecta directamente con el tema que los estudiantes han trabajo durante estos meses: soledad, pandemia y resiliencia. 

Duque también se ha referido a la importancia de las emociones, tanto para afrontar la situación traumática como el impacto posterior. Suele suceder que en situaciones traumáticas las personas “anulen sus resortes emocionales, lo cual es peligrosísimo porque necesitamos esas referencias emocionales”. Así, se pueden dar situaciones de “disociación”, en las que “no controlamos lo que estamos haciendo”. 

Las emociones son igualmente fundamentales para elaborar el duelo, cosa que no puede hacerse “sin tristeza o abatimiento”. En situaciones traumáticas, ha comentado, “el único estabilizador es estar donde tienes que estar”. Finalmente, el paso definitivo, y más complicado del duelo, es “integrar el suceso traumático, reconstruir la vida sabiendo que existe esa pérdida”.