🎓 La humanidad del buen profesional

Formar buenos profesionales va más allá de enseñarles habilidades y formación específica para desarrollar un trabajo. Se trata también de hacer crecer su parte humana y los valores que les caracterizarán a lo largo de su etapa profesional.

Fecha: jueves, 07 de marzo de 2019 a las 19:00h

La humanidad del buen profesional

Formar buenos profesionales va más allá de enseñarles habilidades y formación específica para desarrollar un trabajo. Se trata también de hacer crecer su parte humana y los valores que les caracterizarán a lo largo de su etapa profesional. De esta idea nació Universidades con Corazón, un programa lanzado por Cáritas y en el que colabora nuestra universidad.

En este sentido, los estudiantes de Psicología de la Universitat han asistido a una sesión que ha impartido el responsable de acción Social de Cáritas, Eduard Sala para sensibilizar y dar a conocer los problemas sociales que se viven a nuestro alrededor y para valorar todo lo que tenemos en el día a día y que pasamos por alto. El ponente ha conseguido captar la atención del público y hacer efectivo su mensaje a través de dos actividades muy dinámicas.

La primera actividad consistía en dividir un papel en cinco partes y dibujar cinco pilares de nuestra vida. Una vez dibujados, Sala ha hecho descartar uno por uno hasta que los alumnos se han quedado con tan solo dos trozos de papel. El objetivo de esta actividad era demostrar a los estudiantes lo que cuesta desprenderse de ciertas cosas, aunque solo sea de manera ficticia, para que puedan ponerse en la piel de los que lo pierden todo sin opción a elegir.

Esta primera actividad tenía además una segunda reflexión. Tras la elección, los estudiantes tenían que dar a conocer el contenido de los papeles con los que se habían quedado. La mayoría no coincidían, a lo que Sala ha aprovechado para afirmar “que cada uno tiene sus prioridades y lo que para alguien puede ser banal para otro probablemente no lo sea, así que la vida del otro es sagrada y debemos intentar guardarnos los prejuicios”.

La segunda actividad consistía en una reflexión propia en la que los estudiantes debían escribir en un papel a las personas que le habían dado luz a lo largo de su vida. Una vez escribían el nombre debían agradecer interiormente a aquella persona por darle luz. Con esta actividad Sala pretendía que los estudiantes valoraran y se pararan a pensar en la gente de su entorno a la que aprecian y que probablemente no les muestran este aprecio, por lo que Sala ha recomendado a los alumnos llamar a todas las personas que aparecían en su lista y expresarles lo que minutos antes habían hecho interiormente.

El objetivo de la sesión era sensibilizar y sacar la parte más humana de los futuros psicólogos y cumplió con creces.

 

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