🎓 Compromiso social con impacto en el entorno más próximo

En el contexto de la crisis social derivada de la pandemia, Aigües de Barcelona (AB) refuerza los ejes de atención a la vulnerabilidad y estímulo al tejido local dentro de su política de responsabilidad social y desarrollo sostenible. Esta es una de las ideas centrales que ha dejado Elisabet Bergés, del área de RSC y Desarrollo Sostenible de AB, durante una conferencia sobre sostenibilidad empresarial organizada por la Universitat y Cáritas de Barcelona. 

Así, podría hablarse de un compromiso social y sostenible con impacto en el entorno más próximo. “Queremos generar valor para la metrópoli Barcelona”, ha subrayado Bergés. Y es que, cuando se trata de RSC y desarrollo sostenible, “la visión es global, pero hemos de pensar en local”. 

Respecto al impacto que está teniendo la covid-19 en la vulnerabilidad, la ponente se ha referido a un conjunto de medidas aprobadas conforme al propósito de que “nadie que no pueda pagarla se quede sin agua”. En este sentido, Bergés ha aludido al fondo de solidaridad, destinado a bonificar el equivalente al consumo básico de agua de las personas que padecen una situación de vulnerabilidad (35.980 familias son beneficiarias), la tarifa social para pensionistas y parados, y las condonaciones o aplazamientos de facturas, de los que se han beneficiado más de 20.000 personas. Además, ha señalado un conjunto de iniciativas destinadas a comercios y empresas, colectivos que se han visto afectados duramente por esta pandemia. 

Con relación al proceso de cambio climático en el que nos encontramos, Bergés considera que “es fundamental conocer la vulnerabilidad del ciclo natural del agua ante el cambio climático para poder anticiparse a sus efectos e integrar en todos los ámbitos de actuación de la empresa la conciencia sobre esta relación”.  

En este sentido, Bergés ha destacado la necesidad de abordar la reutilización como una alternativa para incrementar la disponibilidad de agua en territorios con recursos hídricos limitados. Así mismo, también ha destacado el esfuerzo de AB por reducir el impacto medioambiental de su actividad. En este punto, sobresalen el esfuerzo de reducción de un 41,2 % en la huella de carbono desde 2015 o el proyecto de “ecofactorías”, que tiene como objetivo “transformar las plantas de tratamiento en generadores de recursos” y permitir el autoconsumo energético, la reducción de barros, la gestión de los residuos y la reutilización de agua.