🎓 La UE se endeuda con cargo a recursos propios

Europa se va a endeudar y lo va a pagar con cargo a recursos propios. Son dos sustanciales “novedades” en la historia del proyecto comunitario que el expresidente del Parlamento Europeo José María Gil-Robles acoge “con alegría”. No en vano, es una fórmula que ya propuso en sus tiempos de presidente la cámara legislativa europea, ha recordado. 

“Definitivamente, nos hemos tirado a la piscina”, ha señalado. A su juicio, es fundamental el hecho de que Europa haya roto con la regla que le impedía endeudarse y haya optado por pagarla con recursos propios: “Tendremos recursos propios y ya hay un calendario para la introducción de estos recursos”. 

Estas decisiones son fruto de la “voluntad política” y también del hecho de que las ha tomado una Europa de veintisiete miembros. “Esto ha sido posible gracias a que Reino Unido ha salido de la UE”, ha sentenciado. 

Gil-Robles ha intervenido en el coloquio "La UE tras la crisis del euro y la pandemia", celebrado dentro de los Diálogos de Bellesguard, la universidad de verano de la Universitat, y ha compartido coloquio con el diplomático Francisco Javier Rupérez. 

Vuelve el bipartidismo

No es un hecho consumado, pero sí una tendencia apreciable: la ciudadanía comienza a regresar al escenario de bipartidismo anterior a la irrupción de llamada “nueva política”. El cansancio por la “polarización” sería uno de los motivos de este cambio. 

Así lo consideran tanto el exministro Josep Piqué como el expresidente del Real Instituto Elcano, Emilio Lamo de Espinosa, que han coincidido en la mesa "¿De la democracia a la telecracia?". 

En su discurso, Piqué ha llamado a defender la democracia representativa y sus instituciones: “Hemos sido muy condescendientes con la nueva política, y ya hemos visto cómo ha acabado”. Fundamentalmente, se ha referido al estado de polarización reinante en un contexto en el que “la confrontación por la hegemonía en cada espacio radicaliza los mensajes y reduce la posibilidad de lograr puntos de encuentro”.

Desde su punto de vista, la ciudadanía comienza a añorar la capacidad de trabar grandes consensos que existía antes de la atomización del arco parlamentario: “El bipartidismo no era perfecto, por eso aparecieron estos fenómenos, pero los votantes están regresando a la situación anterior de dos opciones que confrontan ideas y que comparten los consensos básicos”. 

El exministro ha insistido en la idea de los consensos, por su conexión con un concepto esencial: la cohesión. “Cuando desde fuera se percibe que un país tiene problemas de cohesión, que tiene dificultades para encontrar consensos básicos, pierde proyección internacional”. Un país así, ha añadido, “pierde credibilidad porque los demás intuyen que lo que hoy se decide mañana lo cambiará un gobierno de otro color”. 

Si Josep Piqué ha hecho estos comentarios sobre la importancia de apuntalar la estructura institucional es porque ve “en crisis” a la democracia representativa. Una situación que, entre otras razones, se debe al “deterioro” que ha experimentado el debate político. En este sentido, ha aludido a la “simplificación, la polarización, los reduccionismos, el uso desacomplejado de la mentira y el abuso de los cambios de opinión”. 

Discursos radicales, sociedad moderada

Emilio Lamo de Espinosa también aprecia “indicadores de una vuelta al bipartidismo”. Y es que, desde su punto de vista, España es un país “con una ciudadanía moderada y un discurso radicalizado en la clase política”. La pandemia también ha supuesto un menoscabo en la calidad democrática, con fenómenos de “reestatalización y autocratización”. 

Lamo de Espionosa también ha analizado las formas actuales de canalización de la opinión pública en la era de las redes sociales. Cree que es necesario regular estos ámbitos porque “no tiene sentido que quien difame o insulte en un medio de comunicación pueda ser sancionado mientras que a quien lo haga en redes sociales no le pase nada”. 

Respecto al uso de redes sociales, ha reclamado más “autocontrol” de los poderes públicos ante la tentación de gobernar “a golpe de tuit”: “Las consecuencias de ello son acontecimientos como el asalto al Capitolio”.