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La figura del tutor es una pieza clave en la premisa de ‘tener el alumno en el centro’ que nuestra universidad tiene como uno de los pilares de su propuesta educativa. Por esta razón, así como el tutor ha de acompañar al estudiante a lo largo del grado, la universidad también debe prestar apoyo y formación al tutor, de forma que se sienta respaldado a la hora de desempeñar su función.

Las acciones de formación de tutores apuntan en este sentido. Un momento ideal para realizarlas es el período que hay entre la conclusión de los exámenes del primer semestre y el comienzo del segundo. En este lapso, se puede tomar distancia, reflexionar sobre la esencia de la acción tutorial e intercambiar experiencias con otros profesores que ejercen esta misma función. 

La puesta en común de experiencias y métodos exitosos o significativos fue la metodología seguida en la última Jornada de Formación de Tutores, que tuvo lugar recientemente, promovida por el Vicerrectorado de Estudiantes, en colaboración con el de Profesorado. 

La sesión contó con las exposiciones de los profesores Joan Ripoll (Facultad de Derecho y Empresa), Salud Porras (Facultad de Psicología) y Miguel Ángel Belmonte (Facultad de Comunicación, Educación y Humanidades). A través de la exposición de casos y experiencias propias, suscitaron la reflexión sobre cómo desempeñar la tarea de ser tutor.