🎓 Perspectiva histórica y actual de la diversidad funcional

La discapacidad física y psicológica estuvo muy presente en la corte española de los Austrias, en los siglos XVI y XVII. No hay más que observar los muchos bufones que pintó Velázquez en sus cuadros. Personajes como Magdalena Ruíz, Luis Tristán, o el loco Morata, son figurantes que aparecen en Las Meninas de Velázquez o en diversos retratos colectivos cortesanos.

Tener al lado a una persona con alguna malformación, llamado en la época, “hombre de placer” (que entretenía a los cortesanos), constituía un signo de poder, en el marco de un curioso gusto por la extravagancia.
El paso del tiempo ha cambiado mucho la situación y a lo largo de los siglos se instaló en la opinión pública el miedo a la diferencia que el nazismo condujo hasta el genocidio.

Hoy, películas como Campeones, dirigida por Javier Fesser, con el discurso de Jesús Vidal en la entrega de los Goya, reivindicando la inclusión, la diversidad y la visibilidad, reflejan una visión mucho más optimista de cara al futuro.

Parece superada la concepción del discapacitado como “hijo del pecado” o como enfermo peligroso al que hay que encerrar. Se ha pasado, ciertamente, por estrategias radicales no recomendables: la segregación y la sobreprotección.

En este sentido es especialmente interesante el estudio de las formas de integración social de los niños con Síndrome de Down. Es bien patente que no es de recibo la vieja tesis de Rousseau de la idealización del “buen salvaje”, corrompido y pervertido por la sociedad. Ésta a través del sistema educativo debe integrar a los niños que necesitan atención especializada, dotándoles de un grado de autonomía suficiente para que puedan valerse por sí mismos.

Los niveles de apoyo han de ser distintos en función de la edad. Beatríz Garvía Peñuelas en su conferencia “La diversidad funcional en el aprendizaje" ha incidido en trabajar la identidad, ayudar a la persona con Síndrome de Down a conocerse, descubrir el síntoma y también sus múltiples capacidades.

Educar es transmitir normas pero también dejar crecer. Beatríz Garvía es psicóloga clínica. Desde 1989, se incorporó a la Fundación Catalana del Síndrome de Down, de la que coordina, actualmente, el área de formación e investigación. Ha aportado recursos para tratar a personas con este síndrome, partiendo del principio de que el concepto de discapacidad no nos haga olvidar nunca a la persona que hay detrás. El evento ha sido organizado por Rosa Mª Alabrús para los alumnos de Educación Social II del Grado de Primaria.