🎓 Radiografía de la movilización yihadista global

Así se puede ver en la célula responsable de los atentados del 17-A. Ésta responde al modelo arquetípico del ciclo de movilización yihadista que se ha producido en Europa Occidental durante la tercera fase del yihadismo global: un grupo mayoritariamente formado individuos de segunda generación (hijos de inmigrantes ya nacidos o criados en el país de acogida).

Fecha: jueves, 12 de noviembre de 2020 a las 14:15h

Radiografía de la movilización yihadista global

En estas semanas, con motivo de la celebración del juicio por los atentados del 17-A y los ataques sucedidos en Francia y Austria, el foco vuelve a ponerse en el desafío del terrorismo yihadista global. Actualmente, este se encuentra en una fase de gran capacidad de movilización en países de Europa occidental.

Así se puede ver en la célula responsable de los atentados del 17-A. Esta responde al modelo arquetípico del ciclo de movilización yihadista que se ha producido en Europa occidental durante la tercera fase del yihadismo global: un grupo mayoritariamente formado por individuos de segunda generación (hijos de inmigrantes ya nacidos o criados en el país de acogida). “Todos menos uno lo son”, observa el director del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, Fernando Reinares. El contraste con la red del 11-M, “donde todos, menos uno, eran inmigrantes de primera generación”, expresa una de las características propias de los procesos de radicalización y reclutamiento, en el caso de España, en la tercera fase del desarrollo del yihadismo global. 

Reinares, que ha intervenido en un taller sobre terrorismo global organizado por la Cátedra UNESCO en Paz, Solidaridad y Diálogo Intercultural, ha destacado la magnitud del reciente ciclo de movilización yihadista a escala global. El punto de inflexión fue la guerra en Siria, que desató “la mayor movilización que el movimiento yihadista haya conocido en el mundo; Europa occidental sufrirá las consecuencias de esta movilización”. 

Una de las manifestaciones más evidentes del éxito de la estrategia de captación del salafismo yihadista se encuentra en el fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros. Las cerca de 6.000 personas residentes en Europa occidental que se desplazaron a suelo sirio para combatir en las filas del Estado Islámico o de la rama de Al Qaeda en esa zona son un buen termómetro de los altos niveles de radicalización. Atendiendo a este fenómeno, “no hay que extrañarse” del atentado recientemente perpetrado en Austria, que es el “segundo país producto de combatientes terroristas extranjeros por cada millón de habitantes”.

Precisamente, para entender qué países son más propicios para la proliferación de este tipo de combatientes hay que recurrir al concepto sociológico de ‘segunda generación’. Los mayores productores de combatientes terroristas extranjeros “no son necesariamente los países con mayor población musulmana, sino aquellos en los que la proporción de personas de segunda generación es más elevada”. Hablamos de los hijos de personas que en su día emigraron, fundamentalmente por motivos económicos, y se establecieron definitivamente en el país de destino, donde ya nació y creció su descendencia: “Son particularmente vulnerables a la radicalización, ya que son jóvenes que no se sienten miembros de la cultura de sus padres ni tampoco de la cultura del país en el que viven”. 

España es un ejemplo de ello, ya que la segunda generación, pese a ser solo el 25 % de la población musulmana, representa el 60 % de los yihadistas condenados o fallecidos en nuestro país entre 2012 y 2018, ha razonado Reinares. 

Respecto a los determinantes de radicalización, el ponente ha señalado dos: el haber estado expuesto a la ideología de un agente de radicalización, circunstancia que se da en nueve de cada diez casos, y la presencia de un vecino, un amigo o un familiar ya radicalizado, que se produce en siete de cada diez casos. 

Mujeres radicalizadas

Por su parte, la investigadora principal del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global del Real Instituto Elcano, Carola García-Calvo, ha tratado la cuestión del radicalismo yihadista desde una óptica de género. Una perspectiva que conviene atender, dado que las mujeres europeas y españolas se han incorporado a la yihad global coincidiendo con la última oleada de movilización yihadista vinculada al conflicto en Siria/Irak y el establecimiento del califato por parte del autodenominado Estado Islámico en 2014. 

El componente de territorialidad y el deseo de consolidar y expandir el califato explican la incorporación de la mujer a este movimiento. Se piensa en ella como una pieza clave para la “colonización del territorio”. Pero su papel no queda ahí, también desempeñan una función decisiva en la captación de otras mujeres para la causa y en la educación de la siguiente generación de yihadistas. 

Ahora bien, atendiendo al creciente número de mujeres, “no es descartable que en el futuro las veamos cometer actos de violencia terrorista”. Sobre todo, si se tiene en cuenta “la capacidad que tienen estas organizaciones de sorprender”, ha comentado García-Calvo. 

La sesión, que estaba dirigida a estudiantes de Derecho Internacional Público de la UAO CEU, aunque también han asistido telemáticamente estudiantes de las otras universidades del grupo CEU, se ha completado con la intervención de Moussa Bourebka, investigador del Barcelona Center for International Affairs. En su ponencia ("El rol de la educación en la prevención del extremismo violento") ha tenido tiempo de referirse al profesor francés al que asesinaron “por hacer bien su trabajo” y de asegurar que “no será el último atentado que golpee a una escuela”.

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