🎓 Trump hace tambalear los principios tradicionales de la política exterior de los Estados Unidos

El general Jesús Argumosa, analista de estudios estratégicos y relaciones internacionales, ha abierto una nueva edición de las Jornadas de Cultura de Defensa, que nuestra universidad acoge durante esta semana. Su intervención se ha centrado en analizar la influencia que la llegada de Trump al poder puede tener en el orden internacional. Y, a juzgar por estos primeros meses de mandato, se vislumbran cambios profundos en los equilibrios hasta ahora vigentes.

Trump “está rompiendo con el sistema del orden  internacional establecido por los Estados Unidos hace algo más de 70 años”, ha afirmado Argumosa. Los cambios son de tal calado que se hace difícil pensar que el presidente pueda agotar los cuatro años si las instituciones o los asesores no lo reconducen. En el plano de los principios más elementales de política exterior, el nuevo inquilino de la Casa Blanca parece inclinarse por romper con la multiculturalidad y el libre comercio, conceptos que durante décadas habían inspirado la acción de los Estados Unidos, ha reflexionado el ponente.

Asimismo, Trump ha puesto abiertamente en cuestión doctrinas muy consolidadas, como por ejemplo la apuesta por los dos estados en el conflicto palestino-israelí, la implicación en el esperado Acuerdo de Asociación Transpacífico o los compromisos en la en la lucha contra el cambio climático. Además, también se está quebrando la unidad de propósito con Europa en temas como “el futuro de las relaciones transatlánticas, el multilateralismo, la libertad de prensa, la migración o el cambio climático. Rusia se queda muy contenta con todo ello”. Como ha apuntado Argumosa, sin el apoyo norteamericano, la UE queda expuesta ante una Rusia emergente en asuntos estratégicos como la cuestión de Crimea, el apoyo a los rebeldes ucranianos o la promoción de los movimientos populistas europeos.

Desde un punto de vista más amplio, el analista pronostica que el antagonismo más reconocible, dada la previsible evolución del orden mundial, se producirá entre China y Estados Unidos. Como ha apuntado, China tiene potencial para hacerse dominadora en Asia y volcarse hacia el control de Eurasia a través de la reactivación de la ruta de la seda.