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“¿Qué haríais si supierais que sois imparables?” Con esta pregunta se ha presentado el divulgador, emprendedor y escritor Alden Mills ante la audiencia de estudiantes de la Universitat. La pregunta tenía sentido porque Mills ha llegado a la conclusión de que una buena actitud y un plan correctamente enfocado a la acción hacen que ningún objetivo vital sea inalcanzable. Su libro Se imparable (Diëresis) lo anuncia bien claro desde el título.  

No habla desde la especulación. Mills nació con un problema de asma, y eso no le ha impedido ser campeón de remo, formar parte de los cuerpos especiales del ejército de los Estados Unidos (Navy Seals) y, recientemente, coronar el Aconcagua. Un espíritu de superación que ha trasladado a los negocios. Tras librarse de la amenaza real de la bancarrota, consiguió levantar un sólido negocio de productos de fitness. 

Mills no rehúye el miedo, al que considera un aliado útil, ya que “permite identificar la creencia que te está limitando”. Una vez localizada, lo que toca es pensar en positivo y saltar por encima de ese freno. La capacidad para adentrarse en lo que nos inquieta y lo desconocido es la marca de los líderes. Según ha explicado, las oportunidades están más allá de la barrera de lo que controlamos. “El liderazgo está en el territorio que hay entre lo conocido y la oportunidad”. Lo otro, lo fácil, la manida zona de confort, es “simplemente gestionar”. 

No hay un gen del pensamiento positivo

Lo bueno es que se puede entrenar la capacidad para desoír aquello que nos paraliza y centrarnos en una visión fundada en la “fe en uno mismo y la esperanza”. “No hay un gen del pensamiento positivo, es algo que se entrena. Ante lo negativo hay que preguntarse qué hay de positivo en ello. Si consigues adquirir esa rutina, tendrás éxito”.

Este emprendedor y divulgador, cuyas conferencias suelen abrir algunos de los foros empresariales más importantes de los Estados Unidos, se adhiere a la filosofía de que persistir es vencer. Desde luego, no lo es desfallecer. “Nunca hay recompensa por rendirse”. Es algo que aprendió durante su instrucción militar. 

Si se persigue el éxito, también es importante identificarlo. Actualmente, Mills tiene claro que “la cumbre más alta es cuando servimos a otras personas”. En todo caso, la recomendación es clara: “hay que lanzarse con todo a por los sueños, asumiendo los sacrificios y las consecuencias”. 

El encuentro con Mills ha sido organizado por el grado en Periodismo en coordinación con el Departamento de Comunicación.