🎓 “Sin la parte humanista, el paciente no vuelve”

Las oposiciones a Psicólogo Interno Residente de este año se han resuelto con una gran satisfacción para uno de nuestros titulados. Alejandro Caballo, alumni del grado en Psicología y del máster universitario en Psicología General Sanitaria ha obtenido el puesto número doce, lo que le ha permitido elegir plaza en el Hospital Clínico de Barcelona.

Fecha: lunes, 28 de junio de 2021 a las 18:00h

“Sin la parte humanista, el paciente no vuelve”

Las oposiciones a psicólogo interno residente de este año se han resuelto con una gran satisfacción para uno de nuestros titulados. Alejandro Caballo, alumni del grado en Psicología y del máster universitario en Psicología General Sanitaria, ha obtenido el puesto número doce, lo que le ha permitido elegir plaza en el Hospital Clínic de Barcelona. Ser duodécimo en una convocatoria competitiva a la que concurrieron cerca de cuatro mil candidatos habla muy bien de su preparación académica y, también, de sus cualidades personales. 

¿Cómo es afrontar un examen tan exigente?

Uno tiene que saber que el premio no está garantizado ni tampoco es inmediato. Me ayudó partir de esta idea: al final, todo consiste en saber un poco más, y eso depende de uno mismo. Evidentemente, existen momentos en los que te puedes venir abajo, pero nunca es camino perdido. Si uno tiene ilusión, recursos y tiempo, es un camino que recomendaría sin dudarlo. 

En cierto modo, opositar es un camino de resiliencia.

Es una batalla interna. Debates contigo mismo y tienes que hacerte un cuestionamiento de creencias continuo. Y, luego, no juzgarte tras el examen.

Y, en tu caso, lo hiciste compatible con el máster en Psicología General Sanitaria.

El hecho de realizar las dos cosas era una manera de garantizar mejor mi futuro. Haber pasado por el máster me ayudó porque hay contenidos que se complementan. Además, ahora cuento con la ventaja de que no tengo que esperar al tercer año del PIR para tener los sesenta créditos exigidos para comenzar el doctorado. 

Por otro lado, las prácticas del máster me han ayudado a ganar soltura con los pacientes, a ser capaz de mantener con ellos una conversación fluida. 

¿En qué aspectos concretos crees que te ha ayudado el tipo de formación recibida en nuestra universidad?

Sobre todo, en áreas de intervención psicológica y en la forma de profundizar en la clínica de los diversos trastornos mentales. 

En tus años de estudiante de grado ¿imaginabas que acabarías siendo un PIR?

Al inicio de la carrera no tenía en la cabeza los distintos caminos que podría tomar, me lo comencé a plantear en el último curso. Por otro lado, me gustan los retos. Y cuando ya estaba haciendo el máster y durante la preparación de la oposición, estaba bastante convencido de que lo conseguiría, pese a la normal incertidumbre. 

En este momento, la salud mental se encuentra ante el reto de las secuelas de la pandemia.

Concretamente, la realidad que más me preocupa es el aumento de los casos de suicidio en adolescentes. No sé si sucede en un contexto de no validación por parte del entorno, pero a esto le tenemos que poner freno. 

Y en esta situación ¿qué prioridad te marcas como futuro psicólogo clínico?

Tenemos que cambiar la idea de que sufrir es malo. El sufrimiento con significado tiene mucho sentido. Hay muchas cosas en la vida que molestan, pero hay que darles un sentido. 

Una concepción muy arraigada en la dignidad de la persona…

Estoy con la mente abierta. Me atrae la terapia de aceptación y compromiso desde la perspectiva humanista. Hay que concebir los problemas psicológicos como algo que se da en un contexto y no como entidades o etiquetas. Sin la parte humanista, el paciente no vuelve. 

¿Qué esperas de los próximos cuatro años?

Es un reto apasionante que, al mismo tiempo, me da mucho respeto. Tengo mucha ilusión por aprender. Entiendo que en estos primeros meses lo importante será ser muy observador. 

¿Hay alguna rotación que te atraiga especialmente?

La de psicosis o esquizofrenia. El Clínic tiene un grupo de trabajo sobre estos temas y esto me hace mucha ilusión. El ámbito investigador es algo que quiero desarrollar. 

“Sin la parte humanista, el paciente no vuelve”