🎓 “No hay periodistas de guerra, sólo periodistas”

Recién llegado de Ucrania, el periodista de La Vanguardia, Joaquín Luna, ha tenido tiempo para compartir con nuestros estudiantes sus impresiones sobre lo que está pasando en este país centroeuropeo y la labor que están realizando los periodistas sobre el terreno. 

Fecha: jueves, 19 de mayo de 2022 a las 15:45h

“No hay periodistas de guerra, sólo periodistas”

Recién llegado de Ucrania, el periodista de La Vanguardia, Joaquín Luna, ha tenido tiempo para compartir con nuestros estudiantes sus impresiones sobre lo que está pasando en este país centroeuropeo y la labor que están realizando los periodistas sobre el terreno. 

Parte de la audiencia estaba constituida por estudiantes de la asignatura de Literatura y Periodismo, que imparte Alex Sàlmon dentro del grado en Periodismo. La sesión con Luna se ha ajustado como un guante al espíritu de la materia. No sólo porque la de Luna sea una de las firmas más reconocibles de la prensa española, sino porque “no hay como una guerra para encontrar historias”. 

Buscar historias que transmitan una verdad sobre la realidad, en esto consiste el periodismo. Por este motivo, Luna ha dicho descreer un poco de la mitificación del periodista de guerra: “para mi, sólo hay periodistas”. Aunque también reconoce que hay profesionales hechos de otra pasta. “Los hay que van de conflicto en conflicto y son temerarios porque lo que les hace vivir es la adrenalina”. 

Sin embargo, su posición fue la de un informador que ha tenido que sobreponerse a sus propios temores. “Yo fui a Ucrania con miedo, aunque con los años he aprendido que esto es algo que simplemente hay que gestionar”. También fue movido por el afán de ponerse a prueba: “hubo veces en las que me preguntaba qué se me había perdido allí. En cierta manera, he ido para demostrarme que todavía podía hacerlo”. 

Las cosas han cambiado mucho desde aquellos años de Tiananmen (“mi gran historia periodística”). Hoy se da la paradoja de que, “mientras hay más facilidades que nunca para informar, es el momento en el que más atentados se producen contra la verdad”, ha observado. 

Frente a estas dificultades, que se acentúan en el contexto de una guerra, el periodista ha de oponer “curiosidad intelectual y escepticismo”. También hay que intentar sobreponerse a la tentación de dejarse llevar por las simpatías que genera el contacto personal. “Hay que tratar de no dejarse llevar porque es muy natural empaparse de la versión del sitio en el que estás”.

“No hay periodistas de guerra, sólo periodistas”